Aquiles y la tortuga

"Aquiles y la tortuga", dirigida por Takeshi Kitano en 2008, se erige como un logro audiovisual y artístico que cautiva por su singularidad y profundidad. La fotografía de la película es asombrosa, utilizando composiciones visuales que evolucionan con la historia de Machisu. Desde la infancia del personaje principal hasta su vejez, la paleta de colores se adapta, reflejando su viaje emocional y las transformaciones en su vida.
El director logra capturar la esencia de cada etapa de Machisu mediante una cuidadosa selección de escenarios y la utilización de diversos estilos visuales. La película incorpora técnicas cinematográficas innovadoras, como la animación y el 'cine mudo', que aportan capas adicionales a la narrativa. Los paisajes urbanos y rurales, así como los detalles del entorno, se convierten en elementos narrativos clave, estableciendo un contexto rico que resalta la búsqueda constante de Machisu por la expresión artística.
La historia, entrelazada con la evolución artística de Machisu, presenta un viaje reflexivo a través de las complejidades del proceso creativo y la naturaleza efímera de la existencia humana. La película es un comentario sobre la búsqueda de la perfección artística, explorando la tensión entre la creación y la inmortalidad.
Los planos y encuadres son meticulosos, resaltando los detalles y las emociones de los personajes. Kitano utiliza imágenes simbólicas, como la tortuga, para transmitir la moral de la película: la búsqueda incansable de la perfección puede ser un viaje interminable, pero deja un legado duradero.
En cuanto a la interpretación de la película, entendemos que Machisu crea una obra de arte significativa y finalmente recibe reconocimiento póstumo por su contribución al mundo del arte. Este logro podría interpretarse como una especie de "alcanzar a la tortuga" en el sentido de que, a través de su obra, logra la inmortalidad artística.
Sin embargo, también es posible ver la paradoja de Zenón reflejada en el hecho de que, aunque la obra de Machisu ha perdurado, él mismo no está presente para disfrutar de su éxito. Esto podría sugerir que, aunque haya logrado un tipo de inmortalidad a través de su arte, no ha logrado una victoria total sobre la paradoja.
Una obra maestra visual que utiliza la fotografía para contar una historia emocionante y reflexiva; la película es un festín para los sentidos, utilizando la paleta de colores y la composición visual para capturar la esencia de su viaje artístico y existencial que culmina desafiando a Zenón, alcanzando aquella tortuga que persiguió incansable por tanto tiempo.